Posts written by NeKros

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    “Nada”.

    ¿Realmente creía que se tragaría esa mentira? El mismo Adam parecía estar experimentando tantas emociones en aquel momento, que terminó desplomándose sobre el suelo. ¿Era por lo que él dijo? ¿O quizás por todo lo que había ocurrido antes? Kamui realmente odiaba sentirse de esa manera, ansioso de lo que fuese a ocurrir en el futuro inmediato. Necesitaba permanecer firme, pero era complicado guardar la compostura en aquel momento.

    Tal vez no como una sorpresa, el contrario reaccionó a la defensiva. Hiyama estaba seguro de que, desde el momento en que gritó, lo había arruinado. Cada palabra que él decía era tan dura. Joder, ¿cómo podría siquiera convencerlo de que confiara en su persona? El mismo Kamui era un tipo que no fácilmente se tomaba confianza con otros. Podía empatizar con Kesher, por razones distintas, sabía que menospreciarse a sí mismo era un ciclo del cual era muy complicado salir, más si esto era a causa de razones externas mayores. En ese estado, ¿por qué aceptaría o si quiera querría la ayuda de otros?

    En el pasado, siendo adolescente, cuestionó que una persona cercana intentara quitarse la vida, pese a que en el momento intentó ayudar a esa persona, se sintió herido viendo que aquella persona regresó con la causa de su pesar, mientras que él permanecía ansioso luego de tal suceso que, para cualquier chico, sería al menos atemorizante. Ciertamente, ahora siendo mayor, es algo que no podía juzgar, entendía mejor que ninguna situación es tan simple y no podía permitirse caer de nuevo en el error de pensar que el afectado en cuestión tendría que resolver las cosas por su cuenta sin siquiera insistir en ayudar; menos ahora que era un profesor.

    —No puedo simplemente hacer todo lo que él me pide. Soy un cobarde, lo sé, pero también soy un entrometido. Si me termina odiando, ¿eso que importa? Mientras pueda al menos saber que su integridad se mantendrá, ¿acaso importa que termine alejándose?— pensó Hiyama, tensando sus dedos y mirando al joven a los ojos mientras soltaba aquellas duras palabras.

    Adam se levantó y estaba a punto de marcharse. Estaba completamente seguro de que si el azabache traspasaba aquella puerta, no se volvería a repetir la oportunidad para ayudarlo. sin pensarlo una segunda vez, extendió su mano para sujetar el brazo de Kesher y detenerlo— Puedes decir que me preocupe solo por mí, pero, ¿realmente crees que así es como funcionan las cosas?— respondió serio, colocándose frente al joven para no perder el contacto visual. —Todas las personas, quitando los enfermos mentales, tenemos un mínimo de empatía ¿sabes? Para tu mala suerte, te topaste con alguien que no puede evitar preguntarse si, quienes conoce, están bien. Desde el primer momento, me pareciste un chico agradable. Para ser honesto, me agradas mucho pese a conocerte poco. Es… Normal preocuparse por otros en esa situación— ya ni él sabía porque le estaba diciendo todo eso.

    Cerró los ojos por un momento y respiró hondo. No estaba seguro de ser el mejor con las palabras. Más que un hablador, Hiyama solía ser un buen oyente; pero ahora necesitaba arriesgarse. Tal vez lo que le diría no era lo que necesitaba escuchar, sin embargo, tampoco podía solo tener lástima por él, hacerlo sentir de manera degradante estando lejos de lo que lo lastimaba—Tienes que tener algo en claro, Adam— soltó el brazo del ojiazul y colocó su mano sobre el hombro del mismo— Tú no eres un gusano, tú eres un humano. Quien sea que quiera que te conviertas en una mariposa, debe ser la persona más horrible de este mundo. Tú eres tú, eres Adam y es más que perfecto que lo seas, no necesitas ser nada ni nadie más.— terminó por decir, regalándole al final una sonrisa sincera, algo tímida, contraria a la falsa sonrisa que Kesher le dio momentos atrás. Se sentía un poco estúpido respondiendo su metáfora con lo obvio, mas necesitaba sacarlo aunque fuera por un momento de ese mundo en el que se hallaba atrapado.


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    TuT
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    Luego de preguntar si sucedía algo, Sergey entró, pero este no pronunció palabra alguna. Todo era tan incómodo, quería que terminase rápido con el asunto y lo dejase solo, mas, en ese momento, finalmente el otro comenzó a hablar.

    Ciertamente, sí le debía una explicación del porqué tomó su teléfono, quizás en algún momento tendría que dársela, pero por ahora, parecía no importarle mucho. El azabache lo observó, pero Musashi no quería mantener su mirada sujeta a la del contrario, así sería mucho más difícil mantener aquella fachada de que todo andaba bien. Al escuchar porque estaba allí, tragó fuerte y desvió la mirada. Justamente estaba allí por eso… Se sentó cerca de donde él se hallaba, ¿por qué hacía eso? Musashi quería pensar que realmente se sentía mal por haberle dicho tales cosas, pero no podía confiar en los adultos, siempre lo terminaban lastimando.

    Podía seguir mintiendo, decirle “no sé de qué estás hablando” o simplemente hacer de menos la situación y acabarla con una frase rápida—¿Qué hago?—se debatía mentalmente, aún sin poder quitar la incomodidad de su cuerpo. Estaba siendo observado de manera directa y no podía mantener el mismo contacto visual con Sergey—Solo sé honesto como siempre, Musashi—pensó y bajó levemente la cabeza—Sabes, da un poco igual, no es como que no esté acostumbrado. Aún así eres la única persona que se ha disculpado conmigo, así que aceptaré tu disculpa— mencionó un poco más serio que de costumbre.

    Por lo que Volkov le decía, podía asegurar que Derek había cumplido con su palabra de hablar con el militar con respecto a todas las reglas, eso le devolvía un poco de la alegría que había perdido en ese lapso, alegría que rápido fue reemplazada por nerviosismo. ¿Qué era lo que estaba preguntando? Sintió un escalofrío recorrer su espalda, ni siquiera estaba consciente de que era tan malo mintiendo, ¿o así de fácil fue ver a través de su fachada?—Y… Ya te lo dije— no quería ahondar en el tema, pero fue en ese momento, que Sergey comenzó a contarle lo que le sucedió a él, aquella conversación que antes tuvo con Derek.

    —Es terriblemente triste— pensó escuchando todo lo que este le contaba. Podía comprender hasta cierto punto lo difícil que era estar alejado de su madre, pero ahora Sergey no podría ver más a la suya, siquiera pudo despedirla. El corazón de Ryugazaki era muy frágil y realmente si no estaba llorando en ese momento es porque se estaba conteniendo, realmente se había conmovido por todo lo que implicaba para Volkov y porque también podía entender hasta cierto punto la decisión de Derek ante las complicadas circunstancias. Sergey se sentó cerca y, muy sentido, Musashi quería llorar y abrazarlo y decirle que lamentaba todo lo sucedido, ya siquiera importándole mucho cómo se sentía antes herido por las palabras del mismo azabache.

    Finalmente encontró su mirada con la del militar—¿Está bien tomar esta oportunidad? ¿No lo usará luego para molestarme? Yo… siempre he querido que alguien me escuche, pero no sé si confiar en él. Siempre que confío en alguien, todo termina mal; pero él me contó también algo muy personal. Está muy cerca… Dios… Me siento tan extraño— aquellos pensamientos pasaban rápidamente por su cabeza, confundido sobre lo que tendría que hacer. Se rascó la nuca y luego se encogió un poco en sí mismo, abrazando sus propias rodillas mientras ladeaba el rostro para mirarlo.

    — Lamento lo que te sucedió. Yo… Entiendo lo que es perder a tu madre. Aunque mi mamá todavía está viva, mi papá no me ha dejado verla desde hace ocho años. Todavía soy un crío, yo lo sé. Realmente me he escapado, he ido a otras ciudades sin el permiso de mi papá, he hecho muchas cosas de las que… Sé que está muy decepcionado. También sé que se preocupa por mí, sé porque no quiere que la vea. Intenté ir a su casa, pero tuve mucho miedo, terminé devolviéndome a mitad del camino porque, realmente, ¿qué me asegura que ella quiera verme si en todo este tiempo tampoco ha intentado hablarme o verme? Solo soy un chico tonto y miedoso...— movió sus manos con cierto nerviosismo. Intentaba hablar de una manera ordenada y cronológica, pero sentía que todos los recuerdos solo iban apareciendo como pelotas lanzadas al azar.

    —Cuando le dije a Takumi que mi familia es de la yakuza, no estaba mintiendo, por eso sé que mi papá no me quiere cerca de mi madre. El abuelo… Es un hombre que realmente da mucho miedo— suspiró levemente—Supongo que ella quería que fuese fuerte para heredar el cargo, por eso me dejó el anillo de ónix, por eso me pusieron un nombre que no me pega en absolutamente nada...— estiró las piernas y se giró, para quedar con su cuerpo de manera frontal hacia Sergey— Yo… Me pregunto qué pasaría si supiera que su hijo es una p...— se detuvo a sí mismo, cubriéndose la boca con sus manos mientras negaba con la cabeza. Estaba hablando de más, para él era muy fácil soltar la lengua.

    — Es… Es solo eso. Todos tenían expectativas muy altas en mí tanto por el lado de mamá como en el de papá, pero a nadie le interesa lo que yo de verdad quiera, solo se reían. Me sentía ahogado. De verdad, soy una persona más simple de lo que todos piensan, nunca he entendido por qué creen que soy extravagante— rió lentamente, sin dejar de mover sus manos por el nerviosismo. Era la primera vez que le contaba a alguien sobre todas esas cosas.
  3. .
    Nori arrugó un poco la frente al escuchar las acciones que tomaría Soshi si de daba el caso de que Kiru los delatara. Le hacía feliz que quisiera protegerlo, sin embargo lo que menos deseaba era que se metiera en problemas— Siendo Kiru, no me sorprende que esté haciendo de todo en su cuarto, solamente procura que no utilicen tu cama— agregó sin dejar de prestarle atención. Su corazón se aceleraba cada vez que Mikuro hablaba sobre no dejar que nadie se interpusiera entre lo que tenían; pero al decir "dulce relación", volvió a sonrojarse de sobremanera. Su azabache siempre lograba dejar alguna frase, dicha por él, en sus más gratos recuerdos.

    No quería soltar, por ningún motivo, su mano; le daba igual si por medio de su pulso tembloroso se daba cuenta de lo nervioso e ilusionado que estaba con esa situación. Amaba el calor de sus manos, sentir como acariciaba su cabello con tanta dulzura. Se sorprendió un poco cuando el contrario llevó su mano hasta su cintura. Su mirada estaba perdido en el profundo azul de los ojos de su amado. Cada palabra que decía flechaba aún más aquel sentimiento y, el beso tan tierno en su frente, solo lo encantó más. Quería interrumpirlo y decirle con lágrimas en los ojos, de felicidad, que lo amaba con todo su ser. Asintió ya que Tatsunori no dudaba del amor de Mikuro hacia él, mas aquel ligero temor, el cual se posó durante unos segundos en la mirada del azabache, lo preocupó ligeramente.

    Correspondió el beso con la misma ternura. Ya no estaba tan rígido y tenso como la primera vez que fue besado por Soshi— ¿Favor de qué?— aún no se percataba de lo que él quería, hasta que comenzó a alejarse de él lentamente. Lo miró acomodarse la camisa, sin darse cuenta todavía. Se quedó perdido observándolo arreglarse el cabello, adoraba cada lacio y sedoso mechón de su cabellera. Por un instante, sintió que algo le hacía falta, hasta que al fin cayó en cuentas— ¿La... La corbata?— con un leve carmín en su rostro, le acomodó la corbata y la anudó. Si lo miraba a los ojos lo más probable es que se desmayara por la vergüenza.

    — Espero lo mismo— anhelaba al menos almorzar con su querido Mikuro. No sabía en que momento se volvió tan cursi, pero ese era su deseo— Si es cualquiera de los dos mocosos de ayer, créeme que no les diré dónde estás— se notaba a leguas que los detestaba. Al escuchar ese suspiro, supuso que algo andaba mal; sin embargo no quiso preguntar nada al respecto— Ven a la mía. Creo que tengo algo de tiempo libre en unas horas o podríamos encontrarnos en el receso...— tenía mucha curiosidad de saber que era, mas no podía pasarse todo el día maquinando eso— ¿Nos vamos? Yo... quisiera caminar un rato contigo. Solo... solo finjamos hablar sobre los comités y esas... Cosas— en pocas palabras le estaba diciendo que quería estar un rato más con él, no le importaba si solo era mientras caminaban.


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    Se viene el drama y mi cuerpo lo sabe x'DDDDDDD -c prepara mentalmente para sufrir-
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    Esa pelea de cabellos definitivamente no tendría. Definitivamente podrían pasar metidos en su mundo de risas y bromas sin sentir el pasar del tiempo. Adrian abrió los ojos un poco sorprendido de las palabras de Stave. Algunos de sus compañeros se lo habían dicho, pero nunca le prestó atención y era verdad: se había vuelto más alto que su hermano mayor. De pronto, el contrario lo tomó de las manos y Adrian no pudo dejar de reír, hasta que ocurrió aquel pequeño incidente.

    Un gran silencio se había hecho presente. Seguro que estaba molesto y esa era su bandera para huir directamente al colegio, saliendo con una excusa como “hey, mi novia me está esperando, debo irme”. Fue en ese instante que Stave lo aprisionó contra la mesa, como si supiera que él quería escapar de aquel sitio. Pronunció su nombre completo y no pudo hacer nada más que tragar duro, aunque para ser sinceros, aquella posición y cercanía que cada vez se incrementaba más… Por alguna razón lo emocionaban ligeramente. Quizás era lo más cerca que podría estar cerca de Stave en su vida fuera de las veces que se colaba en su cama.

    Y fue en ese momento que su hermano le regaló aquel gruñido y gesto. El corazón de Adrian casi se detiene. En ese momento por fuera solo soltó un gran suspiro de alivio y una risa nerviosa, como “comprendiendo” aquella broma que lo había encrucijado en un aprieto por ser tan despistado; no obstante, por dentro estaba recitando como mil mantras e intentando despejar su mente de adolescente hormonal para justamente no pensar con su otra cabeza—Imagina gatitos… ¡NO, ESPERA, NO ESE GATITO! MEJOR… PATITOS, ¡SÍ! PIENSA EN PATITOS!— gritaba la voz en sus pensamientos.

    —Eres mi hermano mayor, ¿Qué otra cosa podría pensar? Siempre me regañas por los desastres que hago, eres un gruñón con TOC por la limpieza— pudo responder finalmente, de manera infantil. En realidad, estas cosas sucedían porque Adrian era extremadamente desordenado y perezoso, a veces tenía un chiquero en su habitación o en la sala y solamente su hermano mayor era capaz de hacerlo levantar toda esa basura. Estaba muy aliviado de haber podido controlarse, aunque se sentía un poco patético por haberse emocionado de más con aquella situación (?).

    —Ok— se sentó, siguiendo la orden de Stave, para acabar con su desayuno ya que aún le faltaba arreglar el desastre de su propio cabello. Su hermano regresó, para hacerle compañía. Si bien el menor era un glotón que podía arrasar con cuales quieran alimentos se colocasen en la mesa, Stave era el ganador cuando se hablaba de rapidez—Claro que no, ahorita me peino— respondió en lo que miraba al contrario—Tú también debes arreglar tu cabello— soltó una leve risa.

    En eso, le llegó un mensaje de parte de su novia Elise. Rápidamente lo miró y soltó un leve suspiro—Oye Stave...— bajó los cubiertos en tanto llamaba la atención del mayor— ¿Es normal no querer salir con tu novia?— preguntó un poco desanimado. Adrian estaba consciente de su propia razón, pero quería escuchar las razones que le pudiera dar el mayor, hacerlas propias y quizás usarlas para seguir escondiendo sus propios sentimientos.

    — O sea, ya sabes… Ella es genial en todo, pero a veces simplemente me fastidia cuando pide citas. Mis amigos usualmente se emocionan mucho cuando sus novias les piden salir, pero no me siento tanto de esa manera.—soltó un suspiro pesado.— Llevamos varios años juntos y no quiero ser quien lo arruine. Creo que a diferencia de mis amigos que no llevan tanto tiempo con sus parejas, tú si puedas entenderme—bajó la mirada por un segundo y luego la dirigió hacia un lado.—Es un poco vergonzoso contarte mis problemas amorosos, ¡así que espero una gran respuesta!— dijo, sin poder mirarlo al rostro mientras jugaba con sus dedos.
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    Definitivamente, algo pasaba dentro de la cabeza de Kenshi. El tiempo de respuesta, se prolongó más de lo esperado y lo siguiente que hizo fue levantarse para agarrar agua y pasar una pastilla. Lo observó por el rabillo del ojo durante todo su camino hasta que el azabache retornó a su asiento. Este parecía completamente preparado. Estaba seguro de que el lenguaje corporal del contrario sería concordante a sus palabras, pero controlado al fin de cuentas, primer indicio de una mentira o de no estar dispuesto a hablar toda la verdad.

    —Está bien, no te preocupes, tómate el tiempo que consideres necesario para responder— añadió a la primera explicación de Kenshi; sin embargo a la segunda simplemente asintió como intentando decir, igualmente, que no se preocupara por eso. Su mirada estaba fija en el contrario, mas no era invasiva, simplemente le prestaba la atención adecuada.

    —¿Entonces está dispuesto a responder? Este es un cambio interesante. Podría manejar dos hipótesis para esta reacción—pensaba en tanto Sasaki maquinaba su respuesta. Lo primero que mencionó el otro, realmente le sorprendió; sin embargo, también le dejaba en claro cómo manejaría la comunicación su “cliente”. Diría lo necesario, nada más ni nada menos—¿Extraño? No nos conocemos, después de todo. Las considero preguntas de rutina de cualquier interacción social en el mundo, es algo normal— algo le indicaba que justamente el trato que le daban a Kenshi, era el mismo que a otros pacientes con enfermedades mentales, marginándolos de las interacciones normales con otras personas por ser “diferentes”.

    Cuando él habló de la música, supo que decía la verdad, en especial al ver que este esbozó una leve sonrisa, algo nostálgica. Le pareció sospechoso, y no menos que curioso, que hubiese exigido que le llevasen un piano gigante y, de hecho lo harían. Personalmente, Arakawa lo veía como un arma de doble filo, no el hecho de que le llevasen el piano, sino esa posición de Sasaki en la que otros podrían hacer cualquier tipo de favor, es decir, ¿qué tan común era escuchar que le llevasen un instrumento de tal tamaño a un paciente en un centro psiquiátrico? Hacer todos esos trámites solían ser un dolor de cabeza para los empleados. Si algo podía concluir, es que el azabache tenía un increíble donde la palabra.

    El castaño se mantenía con un semblante serio, pero atento. Finalmente había llegado a un punto mucho más crucial para la terapia del joven. No era momento aún de ponerlo a dudar de sus propias pensamientos con respecto a otros, no, todavía podía ser peligroso para alguien en su estado. Su mirada era tranquila, así que podía aseverar que todo aquello era una verdad. Concluyó el de ojos azules diciéndoles otro más de sus gustos, y bueno, aquello realmente le pareció interesante, eso podría explicar por qué los dotes manipulativos del joven, según Issei, estaban tan desarrollados. Parecía haber aprendido mucho leyendo.

    — ¿Y usted? —



    Al escuchar la pregunta, sonrió levemente y echó su cuerpo hacia atrás en la silla donde se hallaba sentado—Pues, tampoco soy muy fan de la comida dulce, prefiero lo salado, aunque si tiene mucho condimento, paso a odiarla de inmediato— comentó con cierto deje desinteresado. No podía estar a la defensiva durante todo el rato, sin embargo, tampoco podía seguirle su juego por completo; estaba seguro de que Kenshi sabía ambas cosas.

    —Bien, Sasaki. Hace poco mencionaste mencionaste ciertos géneros de libros que te gustan. Por lo último que dijiste, me hace cuestionarme, ¿te interesa aprender más o saber sobre la psique humana? ¿o simplemente es un gusto que has desarrollado como parte de la literatura?— le preguntó, mientras se acomodaba nuevamente en su silla, tomando una posición más abierta hacia Kenshi. Tenía que indagar en ciertos aspectos de la personalidad y los gustos del azabache, como siempre, siguiendo una línea humanista ya que era su especialidad.

    —También quisiera que me hables de tu historia con la música. ¿Cómo aprendiste a tocar piano? ¿fue gracias a un familiar o aprendiste solo?— llevaba cuatro preguntas formuladas, eran más que suficientes para ese momento.

    —¿Tomará la ruta de la mentira o seguirá con el mismo modus operandi de el resto de la entrevista? su cuadro clínico es complejo, él parece guardar más secretos de los que siquiera podríamos creer—movió sus dedos sobre la mesa ya que empezaba a formular distintas teorías sobre el muchacho y es por eso que comenzaba a comprender también el por qué de ser llamado específicamente para el tratamiento del mismo, mucho más allá de que fuera a ser el primer paciente que intentasen curar de aquella enfermedad.
  6. .
    En tanto bajaron del automóvil y subieron las escaleras hacia su lugar de destino, apareció un ejército de reporteros y, a su vez, los guardaespaldas del joven que llegaron para resguardarlo durante el camino. Estaban sacando a relucir ciertas situaciones que, incluso él, había desmentido en su fanpage. El ambiente se había vuelto pesado y sabía que Yuma estaba molesto por todo lo que acontecía.—¿Ahora que tiene un acompañante? Pero yo fui escogido por un concurso, ¿por qué malinterpretan tonto?— pensaba Junpei, intentando no sentirse ansioso por la presencia de todas esas personas. Ciertamente que hicieran tal conjetura no le molestaba del todo, pero si esto afectaba la imagen de su querido Ruki, claro que se sentiría mal.

    Muy profesionalmente, el pelirosa pudo zafarse de todo el asunto de manera muy profesional, ¡No esperaba menos del guitarrista! De pronto, al llegar a la entrada, Ruki le entregó un gafete, el cual era su “pase de oro” para seguirlo a cualquier lugar—¡Gracias!— soltó, completamente ilusionado por aquel regalo que el contrario le entregó con una sonrisa.

    La academia le traía no tan buenos recuerdos, pero estaba dispuesto a reemplazarlos por buenas experiencias, esas que esperaba obtener el presente día. Todos los chicos en el salón guardaron silencio con la presencia de Yuma, era muy imponente en esa faceta. Era algo nuevo para él, ya que en internet no se encontraba demasiada información sobre la clases que impartía, así que se sentía triplemente afortunado. Inmediatamente al ser presentado frente a todos, se sintió ligeramente nervioso, ¿quizás porque eran alumnos de su ídolo? Era muy diferente al momento en el que subió eufórico al escenario para gritar que amaba a Yuma, feliz de haber ganado el concurso—¡Es un gusto conocerlos a todos!— mencionó lo más formal que pudo.

    Casi de inmediato, comenzó la lluvia de preguntas, aunque cabe resaltar que bastante ordenadas para ser de jóvenes—Este… Hmmm— no sabía ni por dónde empezar a responder— Ok… Tengo 19 años, pronto cumpliré 20, así que hasta hace no mucho tiempo también era un estudiante como ustedes— dijo, intentando tomar un poco más de confianza—¡No quedes mal frente a ellos, Junpei!— se decía mentalmente. Ya con la pregunta que le hicieron sobre el blog, descongeló el ambiente casi por completo— Hmm, veamos, cuando caí en cuenta de eso fue en el momento que hablando con unos compañeros del trabajo dije “me molestan los falsos rumores que postean todos estos antis en internet sobre Ruki y su banda, ¡si yo estuviera a cargo de una de esas páginas, me aseguraría de solo postear cosas confirmadas” Entonces me dijeron “De verdad que eres fan de ese guitarrista”— soltó una leve risilla—Sabía que lo admiraba, pero nunca caí en cuenta de qué tanto hasta ese momento.

    Esperaba no estar aburriéndolos o retrasando a Yuma, las preguntas eran algo interesantes. Era extraño para él ser el centro de atención de manera positiva. Realmente, no le desagradaba la sensación—¡Así es! Estaremos juntos por un tiempo. Ya ven, cuando se esfuerzan mucho por algo, pueden tener buenos resultados—dijo orgulloso de sí mismo por su fanatismo (?)— Podría parecer un poco obvio, pero trabajo administrando páginas web y también en una tienda de guitarras— hace poco, había respondido lo mismo a Yuma, pero con un poco más de detalles— ¡Claro que aceptaría! Esto es un sueño hecho realidad para mí, si pudiera alargarlo más, sería genial!— algunas risas se escucharon en el salón, ya que el pelirrojo tenía esa expresión de estar soñando despierto.

    Y pronto fue sacado de ese sueño por una pregunta más candente, que le siguió de otra… y otra. Se rascó la mejilla con su dedo índice y miró hacia otro sitio—Pues… He tenido algunas, aunque nunca he sido tan popular— respondió lento y algo incómodo— ¡No… No tengo novia! ¡¿Eh?! No, no, no, no. Eso estaría mal en muchos sentidos—rió nervioso. quería huir de aquel lugar en ese momento. Todos rieron en ese momento, así que eso lo hizo sentir un poco más aliviado; sin embargo, fue un alivio momentáneo.

    - ¿Yuma y tu, ya han estado juntos? Digo hay muchos rumores sobre que yuma le atraen las personas de su mismo sexo, asi que quizás sea cierto… nadie sabe si el sorteo fue realmente sorteo o ellos habían seleccionado a la persona con la cual estarían conviviendo por un tiempo. Digo, después de todo yuma ha sido así desde tiempos de su adolescencia ¿No es así Uruki Yuma? -

    Aquello, ¿no había sido demasiado directo?

    El golpe de Yuma sobre el escritorio lo sorprendió. Si antes lo vio de mal humor frente a los reporteros, ahora sí que estaba extremadamente molesto, ¡y cómo no estarlo! Esa pregunta había sido malintencionada y sabía que siquiera era dirigida a él, sino en pos de hacer rabiar al pelirosa. Pronto, recibió la orden del guitarrista—¿Yo les tengo que ayudar?— pensó un poco confundido, pero no podía echarse para atrás en ese momento, sabía que Ruki lo necesitaba—Está bien, haré lo que esté en mis manos—murmuró en tanto lo veía salir.

    Quería saber qué sucedía y estaba dispuesto a salir del salón si la situación se salía de control. El tipo no le daba buena espina. Suspiró pesadamente y tomó las copias con las partituras y observaciones.—Los llamaré uno por uno, ¿sí? Y por favor, no se descontrolen, ya vieron que su maestro está muy molesto, intentemos que cuando regrese, pueda sentirse a gusto en el salón. como fan de Ruki, puedo decir que el que no se sepa mucho de su trabajo como profesor no es porque no le interese, sino al contrario, porque los aprecia a todos y ama este trabajo— mencionó, observando aquellas partituras.
  7. .
    Tomó la palabra del taxista y no se separó del lado de Tokya. Habían llegado y el amable hombre si quiera le cobró por el viaje. bueno, al parecer, era un servicio especial para el peliazul; sin embargo, seguía siendo sorprendente.

    Ya era momento de bajar, por lo cual, dio la vuelta y tomó al joven entre sus brazos para cargarlo como una princesa hasta la puerta principal del apartamento. Era alto, pero bastante delgado, casi podía decir que cabía de manera perfecta entre sus brazos—Deja de pensar en tonterías, Camui— se reprochó, intentando contener su sonrojo en lo que entraba al sitio. Escuchó las palabras del chofer y negó con la cabeza—Gracias a usted— mencionó finalmente para luego cerrar la puerta.

    Tardó unos minutos buscando la habitación del muchacho y aún así durante todo ese rato no lo bajó de entre sus brazos. Se adentró en el cuarto y lo colocó sobre la cama con mucha delicadeza. Pensaba quedarse esperando en la sala a que Tokya despertar; sin embargo él le dijo “Quédate”. Sintió una leve estocada en el corazón. No estaba seguro del porqué aquel joven le hacía tener tantos sentimientos contradictorios, hacía un desastre de sus esquemas. suspiró pesadamente y terminó acurrucándose a su lado, mientras Tokya se aferraba a él de manera suave.

    Gackpo cerró los ojos y sintió como si el tiempo hubiese pasado de manera volátil. Al abrirlos, el joven seguía atrapado en el mundo de los sueños. Su rostro era tan bello—Se ve tan lindo mientras duerme— pensó, perdiéndose en la forma de los ojos, nariz y labios del contrario. ¿Cuánto rato se quedó observándolo? Perdió la noción del tiempo, tanto que de un pronto a otro, simplemente notó que su acompañante abrió los ojos y sus miradas se encontraron.

    El pelimorado no analizó que aquella situación era extraña, incómoda y hasta algo vergonzosa. sus cuerpos se encontraban unidos, fueron las palabras de Tokya las que lo hicieron caer en cuenta. Sus mejillas se tiñeron también de un fuerte carmesí y siquiera tuvo tiempo de darle una respuesta. Él otro se volteó y él necesitaba una manera para poder explicar toda la situación.

    Se sentó en la cama, en tanto el nervioso Tokya lanzaba muchas preguntabas y… También lanzaba su teléfono—Oye, tranquilízate un poco— pronunció con una sonrisa algo torcida, confundido también con ese repentino arranque de enojo que tuvo el peliazul—Está bien, respira, ¿quieres agua o algo?— cuestionó, intentando hacer que dejase de tener la mirada esquiva. ¿Qué había sucedido con el calmo Tokya?

    —Eres tan frío conmigo cuando hace unas horas me abrazaste fuertemente y dijiste “Quédate a mi lado, Gackpo”— hizo una voz más suave y femenina para imitar aquella escena torcida, mientras se abrazaba a sí mismo. Rikimura tampoco pronunció tales palabras, pero quizás de esa manera lo vería al rostro.—Te quedaste dormido en el taxi. El chofer estaba muy preocupado, así que me pidió que te cargara y te hiciera un poco de compañía—modificó también un poco la historia. No quería avergonzarlo, y avergonzarse, más por lo sucedido.

    —Te traje a la cama y no me soltaste. Así que no pienses otra cosa. Más importante ahora, ¿Quién diablos te hizo enfadar tanto? Creo que tu celular quedó destrozado—señaló el suelo. Se sentía un poco incómodo ya que, a pesar de todo, Gackpo no se negó a quedarse tan cerca de Tokya durante tantas horas y aquello era algo que en definitiva no podría explicarle si le llegaba a preguntar. No obstante, tampoco quería que todo el ambiente se volviese desagradable— No te sientas asqueado por lo que te diré, probablemente no pienses que estoy siendo sincero o no es algo que quieras escuchar de alguien que desagrada; sin embargo, te agradezco por tu ayuda, de verdad— pronunció de manera firme, mientras le daba una leve reverencia.

    —Le prometí a tu chofer que me marcharía a penas despertaras para asegurar que estuvieses bien. No tengo como comunicarme con él, pero tú sí deberías llamarlo y reportar que estás bien ahora. Realmente ese hombre estaba muy preocupado por ti... Y yo tambiéneso último… No era momento para decírselo aún.


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    Jajaja, la verdad me contuve en los chistes de Gackpo porque quería meter drama, pero uffff, UUUFFF. Toky es tan tsundere que me demasiadas ganas de molestarlo con Gaku jajaja

    DIABLOS, RIVAL A LA VISTA (?).
  8. .
    —Que gane el mejor— soltó Asashi antes de lanzarse a nadar con el conteo de salida, regalándole una gran sonrisa a Inokori. Ambos chicos eran bastante rápidos nadando, pero Asashi tenía bastante energía y estaba determinado a poder ganar. La roca de la meta cada vez se divisaba más cerca, por lo cual movía sus manos y pies más rápido para así poder llegar primero.

    Su amigo lo seguía muy de cerca, pero ya le faltaba poco para llegar—¡Ya casi!— sus brazos y piernas comenzaban a cansarse, pero aún así siguió adelante hasta llegar—¡GANÉ!—exclamó a lo alto, con mucha euforia, sin notar que realmente había sido un empate—¡¿Eh?! ¡Eso no es justo! Eres demasiado bueno, Inokori. Por eso aunque seamos mejores amigos, también eres mi rival. Bien, esto se decidirá llegando a la costa, ¿Estás listo?— las olas que pasaban alrededor, rompían fuerte en las olas cercanas. Quizás por la adrenalina ninguno de los dos lo había notado, pero no había tantas personas en en agua y esto no se debía a la lejanía.

    Asashi se giró para nadar de regreso a la costa. Realmente, no se fijó si su amigo iba delante o detrás de él, pero lo que podía saber es que sentía un gran peso sobre sus piernas—Demonios, debo darme prisa y regresar— quizás la respuesta no era sobreesforzarse más para lograrlo y, algo dentro de él, le avisaba que no era de esa forma. Incluso con cada brazada, el camino parecía interminable, sentía que no estaba avanzando y fue entonces que sintió que una de sus piernas estaba comenzando a acalambrarse—¡Inokori!— no sabía donde estaba su amigo, el temor no lo dejaba mirar; pero estaba seguro de que él podría escucharlo; sin embargo, Serizawa no se percató del verdadero peligro hasta que fue demasiado tarde.

    De manera fugaz, sintió como una sombra cubrió su cuerpo y lo golpeó, arrastrándolo lejos del sitio donde lo esperaban sus amigos. La gran ola lo hundió en el agua y él intentaba quedarse a flote, pero no podía mover su pierna. Su corazón latía a mil y sentía que el aire se escapaba cada vez más de sus pulmones.

    De forma extraña y lejana, podía escuchar gritos, pero solo podía ver sus propios brazos y como la luz que se filtraba en medio del agua, cada vez se oscurecía más. ¿Esas eran las voces de sus amigos? Él ya no podía respirar más y seguían sumergido en el agua, pese a que podía sentir que estaban haciendo todo lo posible por rescatarlo.—¿Entonces, este es el fin?—pensó mientras poco a poco su conciencia se iba apagando. Cada recuerdo, toda su vida hasta ese momento, realmente no se arrepentía de nada. Quizás lo único que le dolía era dejar atrás a todas esas personas, pero se sentía en paz, como si el agua fría pronto lo envolviera con tibiez…



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    kgnjdfjk Tranqui, así está bien. Creo que yo me adelanté el triple jajaja. Espero esté bien lo que puse, tuve muchas dudas mientras lo escribía :'D
  9. .
    La intriga crecía cada vez más en el peliplata. Ambos jóvenes llevaban rato hablando y él realmente quería saber que tanto discutían. Le parecía que era algo sobre quedarse en la casa de Ryu o en otro sitio, pero no estaba muy seguro aún. Él todavía se encontraba preocupado por el disco que tenía en su bolsillo, debía buscar un buen momento para guardarlo en su mochila, eso disminuiría muchísimo su ansiedad.

    Finalmente sus conjeturas fueron afirmadas cuando Kesher mencionó que el otro lo estaba invitando "sin consentimiento" a quedarse con él. Si mente era demasiado activa y no pudo evitar teorizar demasiadas cosas, le faltaba contexto—¿A Ryu le gusta Kesher? No, simplemente son amigos, no todo debe resumirse en romance— fue esa palabra en especial la que lo hizo pensar en esas cosas, mas no le daría mucha cabeza al asunto. En todo caso, lo importante de esa conversación es que, por lo que entendió, Adam no dormiría ese día en su casa. ¿Sería seguro que estuviese solo? Al menos tal vez lo sería más que quedarse con aquel sujeto al que llamaba padre.

    El azabache se disculpó por la prolongada llamada—No hay problema— le respondió mientras también tomaba el menú. ¿Que iría a pedir Adam? El seguiría en pie con su emparedado de pollo, aunque eso no lo llenaría del todo—Quizás debería pedir solo eso y un batido, así tampoco tendría demasiada diferencia lo que él vaya a pedir o no se sienta mal si me ve comer mucho— pensó en tanto su acompañante llamaba a la joven mesera para que tomara el pedido.

    Ella se vio perdida en la belleza de Adam, la verdad no la culpaba, sin embargo, él pareció sentir repudio por aquella leve interacción.—Me gustaría pedir un batido de frutos rojos y el emparedado de pollo… Con papas a la francesa—no pudo aguantar la tentación. En ese instante, Kesher le indicó que iría al baño. Ya que le estaban tomando la orden, no pudo decir nada más al respecto.

    La joven se retiró con ambas órdenes, en tanto Kamui aprovechó para guardar el CD y simplemente, después, dirigió su mirada hacia el baño.—¿Estará bien?— Ni él mismo sabía por qué se lo preguntaba, quizás era por todas las pequeñas alertas que estuvo percibiendo, antes de salir de la universidad, en el lenguaje corporal del chico y aquellas vendas. En ese mismo momento, recibió la llamada de un número desconocido—¿Hola?—contestó y, para su sorpresa, era el mismo Ryu. Para suerte el muchacho, le dijo que se detuviera de preguntarle dónde consiguió su número, porque era justo lo que iba a hacer.

    Se quedó mirando fijamente la entrada del baño en tanto el otro le explicaba un poco la situación. Adam no podía estar solo, pero, ¿cuánto tiempo llevaba allí? Él tiempo se detuvo para él durante cuestión de segundos y, sin responder nada a Ryu, colgó la llamada justo cuando este terminó de decirle todo y se dirigió a paso rápido hacia el baño. Entró, para inmediatamente toparse de frente con Adam quien estaba junto al lavabo.

    —Estabas tardando mucho, ¿Qué estabas haciendo— cuestionó, aunque la seriedad de su rostro en ese momento era severa, no tranquila como normalmente. Su respiración se sentía pesada, pero no podía flaquear. Caminó un paso hacia el frente y observó el pastillero que el chico sostenía, casi vacío.—Te pregunté, ¡¿Qué carajos estás haciendo, Adam?! Por favor no me mientas— no quería gritarle de esa forma, pero él también estaba muy asustado. Había pasado por algo similar en el colegio, pero esta vez era diferente, sabía que Kesher realmente necesitaba.

    —Perdona, no quise alzar la voz. Simplemente… Simplemente quiero que dejes de mentirme. Sé que probablemente no confías en mí, pero no necesito explicaciones profundas, lo único que necesito es que me digas con toda sinceridad si estás mal. Te lo dije cuando nos conocimos, te voy ayudar en todo lo que pueda. No soy un héroe ni nada parecido, probablemente no pueda resolver ni un cuarto de tus problemas, pero si al menos puedo prestarte mi hombro o al menos mis oídos, entonces haré todo lo que esté en mis posibilidades, ¡Pero debes ser sincero conmigo!— terminó soltando. Por eso es que odiaba no pensar con la razón, sus sentimientos era muy intensos cuando no podía filtrarlos.

    No quería que se sintiera acorralado y seguramente esa situación lo estresaría el triple. Quizás debían irse de ese lugar y hablar más tranquilamente en un espacio menos público, no obstante, si le daba tiempo de maquinar una respuesta mientras buscaban otro sitio, podría decirle aún más mentiras. Debía romper ese círculo de una vez por todas.


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    Yisus craist, no sabes cómo sufría con todo esto jajaja.

    Te lo paso por Discord (?).


    Edited by †NeKros† - 9/9/2020, 10:49
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    —Hmm, bueno, eso ya lo veremos— Musashi seguía creyendo que lo que Sergey quería era militarizarlo, volverlo como muchos de los chicos bien portados de su instituto, o como esos “esclavos corporativos” que tanto salían en la televisión, en noticias sobre adictos al trabajo y cosas así. Sus mejillas se sonrojaron levemente al escuchar la carcajada de aquel hombre— ¡Oye, no te rías! Él lo mencionó, pero la verdad pensé que estaba mintiendo. ¡Vaya, veintitrés años! Quizás sí tenga una oportunidad— rió también. Largó un suspiro de resignación al escuchar lo que el otro le decía. Si ese era el caso, sentía que era hora de irse despidiendo de su amada tecnología ahora que incluso otra persona apoyaba la moción— Ahhh, quién los entiende— refunfuñó, no queriéndose hacer a la idea de pasar desconectado por tanto rato.

    —No debería darte igual, soy una persona que te va a caer muy bien. Sacarme de tu vida la haría más triste, ¿Si comprendes eso? Ya que has tenido la oportunidad de conocerme, no deberías desaprovecharla. Quizás fui duro contigo, pero en realidad me has caído bien en este poco rato— le dijo a modo de broma ya que Derek parecía estar dándole cuerda, aunque lo último era verdad. Tal vez era porque ambos parecían tener la capacidad de hablar hasta por los codos; además tampoco quería retomar ese tema tan serio sobre las personas que llegan y se van.—¿Entonces eres muy guapo? Si te pareces a Sergey, entonces debe ser algo en la sangre de los rusos. ¡Ya me dieron ganas de ver tu rostro!— le dijo alegre. No supo a qué se refería con que “alguien no tendría una vida tan monótona”, pero no le daría mucha cabeza. Podría estar refiriéndose tanto a él mismo, como a Musashi o al mismo Sergey.

    —¿Qué dices? Si a leguas se nota que su cara está tallada por ángeles—siguió bromeando con la apariencia del militar. Realmente a Musashi se le hacía muy guapo, pero tampoco estaba seguro de poder referirse a ello en un tono más serio mientras hablaba con el chico al otro lado del teléfono—¿En serio las hay? ¡Tendrás que contarme! en la mañana no se dejó atrapar por mis trucos, quizás me vi muy fácil—comentó algo decepcionado—¡Hey! ¡Si llegas a casarte con una de esas enfermeras, tendrás que invitarme a tu boda!—rió mientras movía juguetonamente sus pies, estaba demasiado metido en aquella conversación.

    —Oh, será inaudito si llego a ver su sonrisa, de momento solo me ha mostrado su cara amargada— Derek no podía ver las expresiones que Ryugazaki hacía, pero intentaba imitar la seria expresión Vólkov— ¿En serio? ¡Eres más genial de lo que esperaba! Espera para buscar donde anotarlo— corrió con el teléfono en mano para buscar en sus pertenencias su propio celular para anotar el de Derek, luego regresó a la cocina ya que corría el riesgo de olvidar dejar el móvil donde originalmente lo encontró. Estaba muy seguro de que podría obtener información sobre Sergey de aquel joven, lo cual en cierta manera lo emocionaba. Al menos tendría un “aliado” en aquel hacinamiento.

    Llegaba el momento de escuchar la respuesta a su aleatoria pregunta —¿U… Un fetiche?— aunque no lo dijera con una connotación provocativa, la mente de Musashi voló más de lo que debería y terminó imaginando cosas que prefería siquiera pronunciar—Hmm, ahora tengo más curiosidad por estas rosas que antes—expresó sus pensamiento en voz alta— Ni lo menciones, el viejo no tiene ni una pizca de sentido del humor— pese a que el tema de la edad había sido aclarado, Musashi lo seguía llamando de esa manera, pero bueno, en parte era su inmadura defensa contra cualquiera que le llevase algunos años.

    Pero en aquel momento, escuchó que Sergey se dirigía al apartamento. Sus palpitaciones se revolucionaron completamente por la ansiedad y la adrenalina. Escuchó todo lo que Derek le dijo, mas no salió ninguna palabra de su boca. Los pasos del azabache resonaron con fuerza en el piso y el joven castaño realmente no tenía ni idea de por qué, de pronto, se sentía tan asustado al respecto. Casi al tenerlo de frente, a penas pudo abrir la boca—Derek...—dijo apenas audible, mientras Vólkov le arrebataba el teléfono de sus manos.

    Le habían dicho que no lo mirara a los ojos, pero no pudo evitarlo. Sus palabras habían dolido, así era como lo solían llamar, ¿por qué incluso alguien que era prácticamente un desconocido le decía tal cosa?—Porque es la verdad—pensó, entre un mar de suposiciones que surgieron junto a su miedo. Rápidamente se levantó y corrió hasta la habitación que le asignaron.

    Estaba sucediendo tanto en ese instante, le parecía irreal.—No puedes quebrarte por eso, Musashi. No es la primera vez que te lo dicen. ¿Qué sabrá esa persona sobre ti? Todos los adultos son iguales, todos… Todos...— el azabache hablaba tan fuerte, con tanta rabia, pero también con tanta tristeza contenida. Ryugazaki no pudo evitar escuchar todo el inicio de la discusión. Quería estar molesto y herido por sus palabras, pero se sentía contrariado—Es injusto...— pronunció a lo bajo mientras se recostaba en su cama.

    La discusión no cesaba y eso le provocaba un malestar en todo el cuerpo. Le traía malos recuerdos de su infancia—¿Por qué diablos estoy aquí? Debería simplemente huir lejos, muy lejos...— su energía estaba completamente agotada. sin siquiera arroparse, cerró los ojos y se quedó dormido profundamente durante ese rato. No se percató en qué momento la discusión había cesado.

    Al escuchar la puerta, despertó de su siesta y tomó el teléfono para mirar la hora. Leyó el mensaje de Derek y no comprendió bien si lo decía porque ya estaba sentenciado a otro regaño parte de Vólkov. Volteó el teléfono y en ese mismo momento escuchó la voz de Sergey—No quiero verlo— pensó mientras se sobaba el cuello y se sentaba en la cama—Ah… Hmmm, perdona, me estaba quedando dormido, es algo tarde y ha sido un día de muchas emociones. Intento hacerme a la idea de que tendré que dormir temprano el resto de mi vida.—intentaba actuar normalmente, pero ni él mismo se percató de que, por lo general, él no daba ninguna explicación sobre sus acciones. —P-Puedes entrar si quieres, es tu casa. No es ningún tipo de trampa, estoy completamente vestido—tomó un gran respiro mientras tomaba una postura más confiada. Odiaba mentir y fingir, pero cuando debía hacerlo, procuraba hacerlo de manera excepcional—¿Pasa algo?


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    x2 QAQ Y a Musashi le dolió el triple alv
    Ahora en este y todos los roles voy a marcar los diálogos con negrita. No sé por qué antes no lo hacía (?) x'D soy pendeja jaja
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    Yves hizo una pequeña pausa al escuchar lo de Kiru, alzando una ceja y mirándolo fijamente—Namine me odia, tiene esa y muchas más razones para delatarnos. Aunque sea, lo haría para chantajearme— estaba claro que algo había sucedido para que se llevaran así de mal, pero era un tanto despreocupante. Al ser Kiru, en el pasado, un chico tan problemático, era normal pensar que estuviera molesto con Nori, ya que este siempre lo enviaba directo al comité disciplinario. Oh sí, desde su primer año el azabache había sido el "seito- kaichou". Su dictadura en ese colegio llevaba un buen tiempo.

    Al sentir aquellas mano deslizarse suavemente por su rostro hasta llegar a su mentó, toda aquella apatía se esfumó inmediatamente. Sus ojos estaban posados sobre los propios, lo que hacía que su cuerpo se estremeciera y su corazón comenzara a palpitar de manera extremadamente rápida. Un leve carmín comenzó a pintar debajo de sus ojos hasta inundar sus mejillas y la punta de su nariz. Estaba tan avergonzado... Algo embobado, se colocó los lentes, aunque ya no quería hacerlo; no deseaba ver el hermoso rostro de Mikuro, no estando a punto de morir por la pena que sentía en ese momento.

    Miró como el cabello oscuro de su amado caía tan elegantemente sobre su frente. ¿Por qué era tan endemoniadamente hermoso? La manera en que se acercó hizo que su pulso comenzara a fallar. Su miradas estaban encontradas y ahora Nori podía ver con lujo de detalle la expresión del contrario, una expresión tan profunda llena de amor— Yo...— tragó un poco de saliva y frunció el ceño—Tales cosas como la brujería no existen, sé más racional. D... De todas maneras al no creer en eso sería imposible que haya hecho algo así— hablaba nervioso al sentir aquellos largos dedos colarse entre sus cabellos. Esa calidez que tanto le gustaba, se estaba perdiendo en ella— Soy perfecto. Tú no te sientes abrumado por eso... Es la razón por la cual estás a mi lado— ahora decía eso, pero en el pasado le había dicho que él lo hacía imperfecto. Sus palabras terminaron en susurros, finalizando por aquella frase pronunciada por Mikuro. Esta vez, sin avergonzarse, correspondió el beso de la misma forma, dejándose llevar por el momento. Aferró sus manos a la camisa del joven, para luego separarse de aquel beso.

    — T... Tú— pronunció casi en un susurro— Te preguntas si hice algo para enamorarte; pero yo, al contrario, no tengo nada que me haga dudar de las razones por las que... Me gustas- desvió su mirada- Odio y a la vez amo sentirme así. Al menos se que te harás responsable por eso— lentamente volvió a acortar la distancia entre los dos, para besar la mejilla de Mikuro— Aunque diga que lo odie, nunca dejes de hacerme sentir de esta manera, ¿Sí?— su voz temblaba un poco— Hace tanto tiempo no me sentía tan querido por alguien ajeno a mi madre— apretó un poco los labios y el agarre de su abrazo. Tatsunori era muy frío y cortante, pero al parecer tenía un lado sentimental muy en el fondo, un lugar a donde solo Soshi había logrado llegar.


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    jksdhgdj SÍ, qué emoción sjkgsdnhkjg
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    —No soy ningún extorsionador, soy hijo de empresarios y el futuro dueño de esas mismas empresas— dijo mientras se levantaba lentamente de la cama. ¿Qué había significado esa sonrisa? Conjunto a las palabras del azabache podía deducir que se traía algo entre manos. Soltó un "hmmm" y lo observó durante unos segundos mientras su amado se acercaba a su maletín. Estaba algo nervioso ya que realmente se avergonzaba de esa foto.

    Aquella imagen tenía a un Yves de aproximadamente seis o siete años. Su mirada era tímida y sus mejillas levemente sonrojadas. Su ropa era un pequeño traje: camisa de vestir y saco, unos pantaloncillos que le llegaban por sobre la rodilla, medias blancas un centímetro debajo de la base de las rodillas, zapatos redondeados de vestir, sus infaltables lentes y un adorable corbatín que combinaba con el resto del conjunto, el cual se basaba en tonos azul marino y negro. Sus ojos color miel eran bastante grandes y sus pestañas largas, resaltaban en la fotografía en juego a sus labios con aquel suave tono rosa. Pero lo más adorable de todo era un mechón rebelde que estaba de punta en el centro de su cabeza, como si fuera una antena. Lo gracioso era que el resto de su cabello estaba muy acomodado menos ese mechón.

    Nori se había vuelto bastante masculino en comparación al pequeño muñeco de porcelana que era en esa foto; pero Mikuro, conociendo el lado más tierno suyo, fácilmente podía notar que realmente era él, cosa que para otros sería imposible— Vergonzoso— soltó en en voz alta mientras buscaba su ropa. Se notaba que desde siempre había tenido gran gusto por los trajes formales.

    — Algo ligero. Quizás me coma una rebanada de pan y tome algo de zumo de naranja. Aún no me siento bien del todo. Temo recaer...— explicaba dándole la espalda mientras abotonaba su camisa— Yo... quisiera comer junto a ti; sin embargo.... Se volverá sospechoso. No quiero que comiencen rumores. Ayer siquiera dormiste en tu habitación, yo no asistí a clases. Hoy no tengo ganas de aguantarme a nadie ni de fingir amabilidad— se volteó para poder mirarlo.

    —Aún dándote la espalda podía sentir que me estabas observando— se acercó a donde estaba el mayor y lo rodeo con sus brazos— Siento que estoy siendo muy egoísta contigo, pero en verdad no quiero meterte en problemas o que te veas envuelto en algún rumor— bajó la cabeza y buscó la mano de Mikuro con la suya, para luego enlazar sus dedos— ¿Te he dicho que te quiero?— parecía que había cambiado a propósito el tema de conversación.

    Yves solo quería mantener su relación a salvo, pero a la vez se sentía mal de tener razones secundarias para ocultar su relación. No quería manchar su reputación, y a la vez no estaba mentalmente preparado para decir abiertamente a otros que salía con un hombre— Soy patético— pensó sobre sí mismo, cosa bastante extraña. Estrechó un poco el agarre que tenía con la mano de Mikuro— Lo siento, me distraje. Estar enfermo disminuye mis sentidos. Por cierto... ¿Me puedes pasar mis lentes? Q... Quiero ver tu rostro con detalles...


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    la fichita ;U; la amo
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    Gracias xDDD

    QUOTE
    owww|~ me encanta!!
    se ven bell@s y hermos@s!!
    (ese Juancho ¬w¬)

    Juancho rulz xDDDDD Aunque me costó que no quedara tan masculino x'D
  14. .
    Ahhhh, amo esta pareja y el dibujo está mega genial :'DDDDDD
    Me encantó
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    Ahhhh, casi no llego, pero creo que mas o menos lo logré. El dibujo lo hice de forma tradicional con acuarelas y lapices de color, luego lo retoqué en digital, en PS obvius (?).

    Quise hacer a estos dos personaje ya que, en los últimos tiempos (?), se han convertido en una de mis parejas favoritas porque son demasiado dulces y bellos cuando están juntos :'D Quería verlos como chicas jaja, y bueno, aunque es un estilo más simplificado que el que uso actualmente para dibujar en general, estoy bastante conforme con el resultado.

    Ojalá les guste y muchas felicidades a la comu plr tantos años, eso no lo logra cualquiera.

    ¡Muchos saludos!


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    jpg
2352 replies since 28/1/2014
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